Como por todos es sabido, la temporada invernal suele ser la que mejores resultados da en piezas de buen porte. ¿Cuántas veces hemos oído hablar de esas grandes lubinas que atacan los engaños en bravos mares y en días muy lluviosos?
Pero antes de salir a pescar esas grandes reinas del mar, hay que tener en cuenta una serie de factores que juegan en nuestra contra, que son los siguientes: la oscuridad y el frío.
La oscuridad, nos puede jugar malas pasadas y buenos sustos tanto pesquemos en arenales como en roquedos, ya que nuestros ojos aunque se adapten al nivel de luz existente, no están diseñados para operar en ese medio, así que necesitaremos una fuente de claridad externa, que solucionaremos con una linterna de cabeza. La linterna que usemos, preferiblemente que sea de luz roja, puesto que con esta luz evitaremos que nuestras pupilas se contraigan al encenderla y al apagarla nuestros ojos tengan que habituarse otra vez a la oscuridad.
En el mercado existen varios tipos y modelos. Elegiremos una linterna, a ser posible de batería ya que son las que más duración y mejor calidad de luz tienen o en su defecto de pilas, nos proporcionará seguridad a la hora de movernos entre las piedras o la arena evitando los obstáculos.
Sobra decir que no enfocaremos nunca al mar directamente con ellas.
Las encontraremos desde los 3 € las más simples hasta los 400 € las más avanzadas.
¿Quién no ha abandonado un puesto pesquero, teniendo una gran pescata por culpa del frío?
El frío es nuestro enemigo numero 1, ya que puede provocarnos una hipotermia, así que necesitaremos ropa de abrigo, para evitar estar incómodos. Para eso usaremos un vadeador, una cazadora técnica, guantes y gorro.
El vadeador preferiblemente será transpirable para no tener esa sensación de humedad enfundados en él. Podrá ser con bota incluida o aparte, tanto uno como otro realizan la misma función que es evitar que el agua de la lluvia o las ráfagas de las olas nos mojen y mantener nuestro calor corporal.
En el mercado hay multitud de marcas y precios y es posible encontrarlos desde los 30 € hasta los 500 € aproximadamente.
Las cazadoras técnicas de hoy en día suelen ser transpirables, hidrófugas y hacen función de cortavientos. Estas cazadoras también suelen estar provistas de multitud de bolsillos donde guardar nuestras cajas de señuelos, así como las llaves del coche, el móvil y la cámara de fotografía.
Los guantes evitarán el frío en las manos y esa sensación de que los dedos están ralentizados, ya que el 30% del calor corporal se pierde por ellas. Han de ser cómodos, que nos queden ajustados y nos den maniobrabilidad, y a ser posible que los dedos los podamos quitar para realizar colocación de señuelos o grapas sin necesidad de quitárnoslos de las manos.
El gorro nos protegerá del frío de la cabeza, ya que por ella perdemos el 60% del calor corporal.
Después de seguir todos estos pasos aún quedan otros dos pasos más: reconocer la zona y los señuelos a usar.
3. El reconocimiento de la zona: lo haremos de día, para observar en nuestra zona de acción, bajos, cuevas, canales, corrientes y el estado del mar, ya que así iremos con más confianza y sin miedo a contratiempos.
4. Los señuelos: a emplear, serán señuelos vistos, y a ser posible con sonajero, ya que de noche nuestros amigos los depredadores prestan más atención a las vibraciones producidas en el agua.
¿Los colores? Verdes, rojos, violetas, blancos y fosforitos serán los que usaremos y los que mejores resultados nos darán. A continuación os dejo una foto con una pequeña muestra de los que uso:
Resultado final de la jornada de pesca:
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