CALAMAR

La Pesca del Calamar

Es sin duda, uno de los representantes mas comunes de los cefalópodos.Un verdadero prodigio de la naturaleza marina, un auténtico torpedo que puede alcanzar velocidades cercanas a los 50 Km/h, ayudado por su sifón reactor que le sirve para controlar tanto la dirección, invertir la marcha, desplazamiento lateral, y por dos alerones que tienen función estabilizadora para cuando nada en sentido inverso.

Es un animal de los llamados lucífugo, es decir que huye de la luz, motivo por el que durante el día se encuentra principalmente pegado al fondo, subiendo a la superficie durante la noche.

Es un gran depredador, contando con un apetito insaciable, por lo que siempre está buscando comida, motivo por el cual siempre está dispuesto a atacar nuestros señuelos.

Sus ojos son muy perfeccionados, proporcionalmente a su tamaño es el animal que tiene los ojos mas grandres, siendo uno de los animales marinos con mejor visión.

Sus lugares de habitat preferidos son los fondos de cascajo, lugares próximos a las rocas, intervalos de arena y algas, etc. La profundidad puede variar entre los 2 y 50 mts.

Su pesca se realiza principalmente al amanecer y al atardecer, no pudiendo descartarse a cualquier hora del día. También se puede pescar ayudado por luz artificial (práctica actualmente prohibida por la Ley), ya que aunque como decimos mas arriba es un animal lucífugo, el mismo acude a la luz atraído por la multitud de peces que se concentran alrededor de ella, para hacer incursiones sobre los mismos.

Los meses mejores para su captura son los de invierno, no descartándose el verano.

El arte de pesca deportivo propio para el calamar no puede ser mas sencillo, un plegador que puede ser de corcho, plástico, o de madera (nosotros usamos éste último por ser de fabricación sencilla e indeformable, debiéndose usar una madera fina para que no pese mucho). Después pondremos unos 70 metros de línea principal que usaremos de nylon (usamos uno de color negro para que resalte sobre el fondo de la embarcación y así no arrastrarlo con los pies, sobre todo cuando oscurece) del 0,50 ó del 0,60 mm a continuación colocamos un quitavueltas pequeño y seguidamente un terminal de nylon invisible del 0,25 al 0,40 mm de la mejor calidad posible para evitar roturas indeseadas. Este terminal tendrá una longitud de unas cuatro o cinco brazas. Al final del mismo colocaremos un quitavueltas con imperdible que será el sitio donde colocaremos el plomo o en su caso la potera de plomo (potera tradicional). Aunque hay muchas formas de colocar los pajaritos, nosotros hemos optado de hacerlo ayudados por el imperdible que se vende junto con el quitavueltas, para lo cual ayudados por unos alicates procederemos a romper el quitavueltas conservando sólo el imperdible (deben de buscarse los mas pequeños posible) que colocaremos a diferentes distancias del terminal, pudiendo oscilar desde 40 a 120 cms, desde el plomo hacia arriba. Una vez fijados los imperdibles al terminal colocaremos los diferentes pajaritos en los mismos. Este sistema tiene la ventaja de poder cambiar de pajaritos cuando nos plazca sin necesidad de tener que cambiar de bajo de linea. También se pueden colocar los pajaritos directamente sobre la línea, pero en este caso si deseamos reemplazarlos para cambiar su color, tendremos que cambia el bajo.


Hay quien pesca los calamares con caña de carrete, y si bien con este sistema evitamos los desagradables líos, no estamos muy a favor del mismo ya que se reduce notablemente la sensibilidad tan importante para esta pesca, y a veces perdemos mas piezas que las que sacamos. Es recomendable tener listo otro aparejo completo de pesca, ya montado, ya que casi siempre los líos vienen a darse justo en el momento de mayor intensidad de la pesca, por lo que no debemos entretenernos en desliar el enredo, dejándolo para desliarlo en casa, por lo que como decimos debemos de desechar rápidamente el aparejo liado y coger el de repuesto, con lo que la pérdida de tiempo será mínima. Previsiones como ésta nos ayudarán a pescar más.

Sobre las poteras y los pajaritos debemos llevarnos por nuestra experiencia o por la de los pescadores mas experimentados a la hora de escoger el color y el modelo, que deberá adecuarse siempre a las circunstancias de la mar, preferencia según las determinadas épocas, etc. En todo caso recomendamos los pajaritos de doble corona de alfileres por ser mas efectivos.

Es muy recomendable mantener una exquisita limpieza sobre poteras y pajaritos, evitando su contacto con tabaco, combustible u otros olores fuertes, toda vez que los calamares poseen un olfato finísimo.

MANERA DE PESCARLOS
Buscaremos la zona de pesca más idónea. No es difícil de enterarse y si no simplemente sabiendo mas o menos el lugar nos acercaremos (sin molestar) a las embarcaciones que lo estén pescando y nos pondremos a su lado. Comenzaremos haciéndolo a mayor profundidad si vamos de tarde y a menor si lo hacemos de alba. Nos dejaremos llevar por la corriente y luego regresaremos de nuevo al principio poniéndonos con algún metro de diferencia para así rastrear una zona mas amplia, a medida que se va haciendo de noche nos acercaremos a tierra. Si es de alba será al revés. En el momento de obtener un claro síntoma de estar en buen lugar nos marcaremos de inmediato para poder volver al mismo lugar. Si llevamos GPS marcaremos ese sitio para retornar al mismo. Como norma general, sin que sea un dogma, diremos que con aguas claras y tranquilas probaremos a mayor profundidad. En caso contrario buscaremos menor fondo.

Como decíamos al principio, partimos con la ventaja de que es un animal muy glotón, por lo que siempre está dispuesto a comer, para ello hay que incitarle mediante movimientos de nuestro aparejo.

Una vez desplegado hasta el fondo el arte comenzaremos a subirlo parando cada dos o tres brazas, lo mantendremos quieto durante unos segundos dando unos tirones de vez en cuando con el brazo para ver si enganchamos, y a continuación subiremos otras tantas brazas hasta llegar mas o menos a medias aguas momento en el que bajaremos de nuevo el arte al fondo y volver a empezar. Si hay mucha corriente sacaremos por completo el mismo y lo volveremos a echar para evitar que vaya muy tendido


Esta pesca es cuestión como decimos de una buena sensibilidad para ello se debe de estar con el dedo índice y el brazo extendidos atentos a cualquier señal que nos pueda venir del otro extremo del sedal. Su picada no es tan brusca y cierta como la de otra clase de pez, es como si de pronto se nos enganchara una bolsa de plástico, notando un aumento de tensión en nuestra línea, a lo cual debemos responder con un tirón suficiente como para que quede bien clavado en los alfileres de nuestra potera-pajarito, subiendo seguidamente muy despacio de forma continuada y sin hacer pausas. NO PRECIPITARSE ¡MANTENER LA CALMA¡ el calamar sólo se nos irá si lo tratamos bruscamente o si no seguimos un ritmo de recuperación continuo y adecuado a la pieza que cobramos. Es posible que el calamar que se ha enganchado sea de gran tamaño (superior a los 500 grs), entonces sus primeros intentos por soltarse serán los mas peligrosos. En el momento en que notemos que hay una buena pieza al otro lado del sedal adecuaremos su subida a la resistencia que nos oponga, a veces es recomendable parar la subida (sin llegar a destensar el hilo). A cada tirón que nos dé el mismo nosotros responderemos estirando nuestro brazo para contrarrestarlo, pudiéndose llegar incluso a soltar línea cuando se trata de grandes ejemplares, pero sin llegar como decimos a destensar el hilo, pues en ese momento podría soltarse. Al llegar a la superficie le sacaremos la cabeza del agua para que expulse la misma intentando que no nos bañe de agua y tinta. Una vez que expulse el agua lo sacaremos inmediatamente, sin dejarle que vuelva a coger nueva remesa de agua. Si por cuestión de la corriente el calamar se viene a la superficie y expulsa el agua, ya no le daremos tregua y lo acercaremos rápidamente al barco para evitar que pueda obtener mas líquido con el que hacer fuerza. Una vez calibrado el bicho deberemos sopesar la conveniencia de usar salabre o gancho de tres anzuelos para sacarlo del agua y asegurarnos su captura. En las embarcaciones de bajo francobordo lo agarraremos con la mano entre el tubo y la cabeza.

Otra forma de pescarlo es al curri, teniendo el inconveniente de que hay que hacerlo por la noche, y que sólo lo podremos pescar las noches de luna llena.

Navegaremos a velocidad mínima de aproximadamente dos nudos, y lanzaremos unos cuarenta metros de línea, con terminal de 0,25 a 0,40, poniendo al final un señuelo idóneo. La distancia deberá ser cercana a la costa y a una profundidad recomendable de unos 5 o 6 metros.

Buen pescador es el que consigue habitualmente capturas superiores a lo normal, cualquiera que sea la especie que se proponga pescar; por el contrario, mal pescador es el que obtiene por lo general capturas inferiores a lo normal y atribuye los resultados al azar. Como en la mayor parte de las actividades, la buena o mala suerte puede influir hasta cierto punto en el exito o fracaso de un intento, pero los buenos pescadores, los profesionales de verdad, no confían únicamente en la fortuna. Su actuación se basa en un conocimiento profundo del comportamiento de los peces que desean capturar y del lugar, tiempo y manera de hacerlo con mayor eficacia. Los pescadores menos competentes, precisamente por carecer de esos conocimientos, tienen pocas probabilidades de majorar los resultados y, por lo tanto, menos posibilidades de incrementar sus ingresos, lo que redundará en perjuicio suyo y de toda la familia.

Cierto es que nadie puede decir que conozca unas reglas generales que le permitan automáticamente aumentar las capturas de pescado, por lo que la atención del pescador suele centrarse en determinados elementos de la técnica que contribuirán a aumentar las posibilidades de obtener capturas abundantes y reducir la probabilidad de intentos fallidos. Estas páginas están redactadas pensando en los extensionistas que trabajan con pescadores analfabetos y en los pescadores que saben leer y pueden encontrar aquí un estímulo para enriquecer sus conocimientos en algunas de las áreas contempladas en el presente manual. El objetivo es ayudarles a tomar decisiones más acertadas en lo que respecta tanto a las propias líneas de mano como al lugar, tiempo y modo de utilización de las mismas, ya que de esa manera aumentará el número de pescadores que obtienen capturas abundantes.

No obstante, aunque aquí se expliquen algunos aspectos de la pesca con línea de mano en los que pueden introducirse mejoras, ello no servirá de nada si los propios pescadores no intentan, con paciencia y perseverancia, aplicar estos conocimientos a sus actividades especílícas.

En la primera sección se trata de la pesca de peces con líneas de mano, mientras que la segunda se refiere más específícamente a la pesca con calamarera. Una tercera parte, más breve, se refiere a la automatización de las operaciones de pesca con línea de mano.

En todas estas páginas las medidas se expresan siempre en unidades del sistema métrico decimal: la longitud se mide en metros, centímetros y milímetros. Un metro (m) representa aproximadamente la distancia desde el hombro izquierdo a la mano derecha (Figura 1). Si está acostumbrado a medir en pies y pulgadas, recuerde que un metro equivale a casi 40 pulgadas o a tres pies y 3 1/3 pulgadas. Un metro corresponde a 100 centímetros (cm), y cada centímetro se divide en 10 milímetros (mm).

Figura 1. Sistemas de medición utilizados.


DESDE COSTA TAMBIEN PODEMOS PRACTICAR SU PESCA, BIEN EN PLAYAS, O EN PUERTOS, LA PESCA CONSISTIRA EN ENGANCHAR A LA PUNTA DE NUESTRO NYLON UN PAJARITO "pez para pescar el calamar" Y LE PONDREMOS JUSTO EN LA BOCA, POR DELANTE DEL PEQUEÑO EMERILLON QUE LLEVAN UN PEQUEÑO PLOMO DE BOLA, EL CUAL HARA QUE EL PAJARITO NO QUEDE A FLOTE Y NAVEGUE A MEDIAS AGUAS. IREMOS RECOGIENDO POCO A POCO Y PODREMOS OBTENER CAPTURAS, PRACTICANDO ESTA PESCA, TAMBIEN SE SUELEN CAPTURAR PULPOS Y SEPIAS "JIBIAS".

MELVA
La melva es un pescado azul del que se conocen dos especies, Auxis rochei rochei y Auxis thazard, según Collette y Nauen, 1983, en el Mediterráneo y el Atlántico las capturas son de Auxis rochei. Pertenece a la familia de los Scombridae, como el atún, el bonito o la caballa entre otros.

En cuanto a su forma, es similar a un bonito de pequeño tamaño, alargado y muy redondeado, con carne firme y compacta, y un tamaño medio de 55 cm, aunque pueden llegar a medir un metro. Las piezas que no superan los 600 gramos de peso se denominan melvas canuteras.

La piel de la melva es fina, sin escamas, salvo las que se encuentran en el corselete o peto, de color azulado y púrpura intenso, con unas rayas oscuras a los lados de la zona dorsal y el vientre blanquecino. Las aletas tienen una separación mayor que el bonito. La carne es muy compacta y rosada, muchas veces teñida de sangre.


Este pescado de aguas cálidas es muy utilizado para la elaboración de conservas, Andalucía goza del sello de Indicación Geográfica Protegida ‘Melva de Andalucía’ para la conserva de elaboración artesanal de este pescado azul, en aceite de oliva y en aceite de girasol, cuya presentación oficial se realizó el pasado mes de julio, junto al mismo sello de garantía para la caballa.

Las propiedades nutritivas de la melva son muy apreciadas, como os comentamos en el post Pescado azul, pescado blanco, la melva se encuentra entre los pescados que poseen entre un 5 y un 10% de grasa, es rico en ácidos grasos omega-3, es una excelente fuente de proteínas y de minerales como el magnesio, el fósforo, el hierro y el yodo, y vitaminas del grupo B, A y D.

Es temporada de melva, dependiendo de la zona de captura esta se extiende de junio a octubre. Así que podemos preparar ricas conservas, entre muchas otras recetas, de un pescado muy económico y sabroso.